Hoy todas conocemos qué es el terciopelo, pero comenzaré el artículo definiendo cómo es este tejido. Según el blog de la tienda de telas Ribes y Casals, es un tejido que en sus orígenes se consideraba de lujo y cuya historia se remonta a miles de años. De hecho, en muchas culturas, el terciopelo fue un tejido muy valorado, que simbolizaba la riqueza, el poder y el prestigio.

¿Qué lo hace tan especial? ¿Cuál es su historia?
La trama característica del tejido le da un toque noble que hace siglos estaba asociado a la realeza. Gracias a los métodos de fabricación modernos, esta tela paso a tener un coste más bajo y poder usarse para prendas cotidianas y otros artículos del hogar.
El caso es que el terciopelo surgió en la India y su comercialización se inició a mediados del siglo XIV. En esa época, las fibras de seda trabajada en telares manuales daban origen a este tejido que tiene el revés liso y el otro lado con pelos cortos y tupidos que producen una textura de tacto suave. Más adelante, la materia prima empezó a producirse también en Italia, dónde sus fabricas de Venecia, Florencia, Génova y Milán cosecharon fama a nivel mundial.

¿Por qué es tan popular en las bodas?
Actualmente, el terciopelo ha cambiado y se mezcla con otros tipos de tejido. Con base natural o sintética, se puede hacer con rayon, algodón, acetato, nylon, restos de lana y mezclas de fibras, entre otros. Además, existen diferentes tipos como:
- El de seda: el más caro y elegante, suave y con una superficie brillante.
- El sintético: hechos con rayon y acetato, que imita el terciopelo de seda, pero suele ser más pesado y no tiene la misma caída y volumen.
- El de algodón: con mayor durabilidad.

Ahora, como invitada de boda que he sido y que sigo siendo este año también, quiero enseñaros varios looks que he encontrado y que me parecen espectaculares, que, cómo no, llevan terciopelo en su esencia.








¿Y qué hay de los complementos de invitada de boda en terciopelo?
¡Prepárate para enamorarte con la selección que te traigo de pies a cabeza!



Ahora quiero saber tu opinión, ¿llevarías terciopelo en una boda de invierno?