¿Buscando ya tu vestido de novia para el próximo otoño/invierno? ¡Ten cuidado porque te vas a enamorar con lo que te propongo de la mano de la nueva colección de Otaduy!
Purpurina y bolas de espejo, el glamour de las fiestas sin fin de Studio 54 en el Nueva York de los años 70, David Bowie y Bianca Jagger entrando en la pista de baile subida a un lomos de un caballo… Una colección en la que todos los vestidos tienen su propia magia y, por ello, tienen nombres mágicos de mujeres que les inspiran.

El glam y la era disco son dos de las principales inspiraciones de la nueva colección de Otaduy, llamada «I Do». La otra es una serie de mujeres de distintas épocas a las que desde este atelier admiran por su fuerza y su creatividad y que van desde la actual Lena Dunham a Charlotte Brontë hasta Miranda July, pasando por Tamara de Lempicka o Frida Kahlo.




Fuerza y estilo, así como glamour y personalidad es lo que desprenden los diseños de una nueva colección que combina feminidad y elegancia con un toque tan rebelde e iconoclasta como el espíritu los 70.
Una colección que, como viene siendo costumbre en Otaduy, está marcada por el eclecticismo y en la que destacan tejidos con mucha personalidad provenientes de diferentes partes del mundo. Entre ellos, uno muy especial diseñado por Carolina O., con flores en relieve junto a hojas bordadas en el tul, todo ello en una paleta de rosas y verdes pasteles.




«En cuanto a los diseños, este año destaca un mood muy seventies, con vestidos con mangas murciélago y guipures muy trabajados que recuerdan a las fiestas más glamurosas de la década de los 70 en Nueva York. Además, seguimos con la importancia de los dos piezas, desde faldas de gasa de seda de más de diez metros de tela que dan una caída espectacular hasta nuevos modelos de faldas de tul. Entre las piezas más carismáticas destaca la Cazadora Rosalind que, con su bordado «I Do» y los flecos de las mangas, refleja el leitmotive de la nueva colección», señalan desde el atelier.





Han plasmado esta colección en una sesión de fotos muy especial con un escenario perfecto: la sala barcelonesa La Paloma. Cerrada al público desde hace siete años y que tuvieron la suerte de poder utilizar. Se trata de un lugar ligado a buenos recuerdos para muchos, ideal como escenario para un shooting con una puesta en escena muy glam rock, acorde con el espíritu de los diseños.






Los vestidos de novia de Otaduy se confeccionan artesanalmente en su taller de Barcelona. Cada uno de ellos implica un gran ritual: dibujar, preparar el patrón, medir, rasgar el tejido, coser cada pieza, pasar el proceso de calidad… En definitiva, un proceso minucioso que termina cuando la novia, satisfecha, se lleva el modelo elegido.
Un trabajo por y para mujeres que se lleva a cabo con manos expertas, mucho amor y cuidando cada detalle. Se trata de un proceso que culmina con una pieza con un carácter único e irremplazable.



Siempre he pensado que Otaduy ha creado un nuevo concepto de vestidos de novia y en realidad así es. La firma se inspira en la música, el cine y el arte para crear vestidos diseñados especialmente para las novias con personalidad que realmente quieren ser ellas mismas en su día de boda.
Apuntan sus profesionales que cada colección es única, con su propia alma y su propio cuerpo y para crearlas, Carolina Otaduy se inspira en diferentes momentos, experiencias, e incluso, sentimientos, manteniendo la personalidad de la marca y sus fuentes de inspiración particulares. Es decir, la firma evoluciona siguiendo sus principios. ¿Está entre sus nuevo diseños tu vestido de novia? ¿Eres novia Otaduy?