¡Hoy nos vamos de paseo por Nueva York! La ciudad cosmopolita y universal por excelencia ofrece tanto por descubrir y disfrutar, que lo mejor es perderse entre sus calles para experimentarlo. A nivel gastronómico es uno de los lugares más completos del mundo, tanto por su diversidad como por su cantidad -hay ofertas y sabores para todos los gustos-. Os recomiendo tres experiencias gastro que van más allá de reservar en los restaurantes de moda.

Langosta en Times Square. Tomar langosta y hamburguesa en un enclave tan céntrico y mítico de la Gran Manzana, es una experiencia muy neoyorquina. En Burger&Lobster, como su mismo nombre indica, son especialistas en ambos bocados. Y lo cierto es que los hacen muy ricos.  La langosta se puede pedir entera o en Lobster Roll una especie de bocadillo que, aunque suene extravagante al tratarse de un marisco, merece la pena probar. La hamburguesa viene acompañada de carne de langosta o con el famoso portobello (ese champiñón de grandes dimensiones). Pero lo más recomendable es que disfrutéis del plato estrella de la casa: The B&L Tower que incluye dos hamburguesas, dos Lobster Roll, dos langostas de medio kilo, patatas fritas, ensalada y hasta cuatro cócteles. ¡Una pasada!

Ramen en Chinatown. El barrio chino es una de las paradas obligadas que casi todos los viajeros hacen en sus primeras visitas a Nueva York. Los carteles en chino, los luminosos de colores, las tiendas de souvenir y, sobre todo, sus restaurantes de cocina asiática son una atracción que gusta mucho. Aunque los establecimientos son muy sencillos la comida suele estar rica y tiene muy buen precio (en comparación con el resto de la ciudad). Puedes elegir entre patos laqueados -los suelen mostrar colgando-, fideos chinos, ramen, dumpling, dim sum… Anota estas tres direcciones que a mí me gustan mucho:

  • Peking Duck House para saborear buen pato laqueado. Tiene mucha fama en la ciudad y los propios neoyorquinos vienen aquí a comerlo.
  • Wo Hop, para degustar la comida china auténtica a buen precio y en raciones generosas.
  • Y mi favorito porque me encanta el ramen: Ivan Ramen. Tiene muchas especialidades para elegir. También es muy famoso y frecuentado por los lugareños. Un aviso importante: suele haber colas para entrar.

¿Qué hamburguesa elijo? Resulta imposible resistirse a devorar una hamburguesa repleta de ingredientes y con la carne tierna. Forma parte de la propia idiosincrasia de la ciudad, tanto, como los icónicos hot dog callejeros. En Nueva York se pueden comer hamburguesas en casi todos los sitios y en sus más diversas variedades: desde la más sencillas a las más sofisticadas. Pero os destaco unas que hay que probar sí o sí -tanto por su fama como porque realmente están muy ricas-: Me refiero a las de Shake Shack Burger. Son enormes, con una carne muy jugosa, un pan en su punto y una salsa secreta de la casa que le otorga un sabor muy especial. Las patatas fritas que acompañan las hamburguesas también están bastante buenas.

Y antes de finalizar os recomiendo otra experiencia gastro imprescindible. ¿Cuál son los perritos calientes de Nueva York que nunca fallan? Los que llevan sirviendo más de un siglo en Nathan´s Famous. No os los perdáis en vuestra próxima visita.