Es una de las experiencias imprescindibles si os acercáis a Laponia Finlandesa, algo que hay que hacer al menos una vez en la vida. Dirigir o encaramarse en un trineo de huskies es como emprender una pequeña batalla con unos perros de mucho temperamento que pueden proporcionarte la experiencia de tu vida. No tengáis miedo, es apto para todos los públicos si respetáis las normas…Estáis a punto de deslizaros por la nieve con el mismo medio de transporte con el que se movieron durante siglos exploradores y aventureros…¡Bienvenidos al trineo de huskies!
Antes de subirnos, lo primero que hay que interiorizar es que los perros, igual que las personas tienen sus días. No son máquinas con las que se aprieta un botón. Aunque todos lo sabemos, lo subrayo porque comprendemos la teoría, pero nos cuesta la práctica…Y ahora miremos a los huskies que tenemos delante. Es probablemente uno de los animales más bellos del mundo por su gran parecido físico con el lobo. De ojos penetrantes y enorme fuerza física es posible ver grandes peleas entre ellos, pero si están convenientemente domesticados nunca atacarán a un humano, todo lo contrario, se convierte en animales dóciles y cariñosos que demandan constantes cuidados.
5 perros son suficientes para tirar y casi volar, diría yo. Se les coloca en el trineo poco antes de que lleguen los clientes porque de lo contrario se pondrán muy nerviosos, así que es importante que seáis puntuales con vuestra cita…Justo lo contrario de lo que hice yo. El resultado fue que la manada estaba más que revuelta, aullando y peleándose; enzarzada en un coro de sonidos y contando los segundos para poder despegar sobre esa pista inmaculada que teníamos por delante. Está en el código genético de los huskies correr hasta agotarse, correr sin mirar atrás siguiendo a los líderes que dirigen la manada. Estos perros necesitan seguir una jerarquía que comienza por su ubicación. Los primeros son los ‘patrones’, los que mandan e imponen las reglas. Van en pareja, suelen ser siempre los mismos y a menudo son hembras. “Mejores guiando y más disciplinadas” nos dice Sandra, una guía francesa que llegó a los confines de Finlandia tras una larga etapa en las Canarias. En esta fabulosa finca que lleva funcionando 20 años hay 170 perros, cada uno cuidado y atendido con dedicación y mimo.
Se les entrena durante todo el año, incluso cuando los turistas se han marchado. Comienzan con 10 kilómetros, después se sube a 20,… Se les ejercita con precisión y cuidado porque tienen mucha más potencia de la que aparentan, de hecho alcanzan los 35 kilómetros con facilidad…Y si bonitos son los huskies adultos, se acaban las palabras cuando contemplamos a los cachorros. Traviesos y movidos podríamos describirles como un bebé hiperactivo que no para quieto ni un segundo. Y de un animal que no deja de moverse, a otro que parece que se ha tomado un sedante. Los renos son característicos de este región donde viven a sus anchas. Kuusamo es uno de los mejores espacios para interactuar con ellos, un lugar en el que están censadas 16.000 personas y al menos 12.000 renos. Digo al menos, porque cuando esta población se excede está permitido cazarlos para mantener el equilibrio medioambiental. Entonces su carne (que, por cierto, está exquisita), se dispara de precio y llega a casi los 80 euros el kilo. En una economía de subsistencia en la que todo se aprovecha es costumbre apilar las pieles en una especie de trébede dentro de las ‘kota’, las cabañas en forma de cono en las que vivían los ‘samis’.
Mía conoce bien todo lo que rodea a los criaderos de este preciado animal que subsiste entre 12 y 15 años, aguanta 60 grados bajo cero, alberga hasta 500 pelos por poro y vive acosado por multitud de depredadores esperando a que dé un paso en falso. Desde los linces hasta los lobos, pasando por los osos o los glotones, único animal por cierto, que mata no por hambre sino por placer, los granjeros aseguran que en un solo año se pueden llegar a perder entre 100 y 200 renos en distintas escaramuzas.
La naturaleza no tiene piedad, aunque como siempre el mayor peligro proviene de los humanos… y de sus vehículos. Muchos renos pierden la vida tras ser atropellados por un coche que no les ha visto en medio de la carretera. Son accidentes bastante frecuentes en los que lo mejor que puede pasar es que no haya víctimas mortales…
Son los pequeños peajes de vivir en una tierra tan virgen y emocionante por su especial conexión con la naturaleza. Quizá por eso Finlandia se ha convertido en el país más feliz del mundo según el último informe de Naciones Unidas. A Laponia Finlandesa y a Kuusamo no os llevará cualquiera. Catai lleva trabajando 35 años en el sector con lo que probablemente es la agencia más solvente si hablamos específicamente de Finlandia. Tienen catálogo de invierno y de verano, tenedlo en cuenta porque son dos momentos muy diferentes para viajar, dos mundos que se alternan en pocas semanas. Recordad que Catai no vende viajes por internet. Acercaros a cualquier agencia, hay 4500 repartidas por toda España y allí podréis consultar y contratar el circuito entero con muy buena relación calidad-precio. ¡Probadlo!.
También tened en cuenta que la compañía que vuela con más frecuencia desde España a Helsinki es Finnair que actualmente opera un trayecto al día desde Madrid y Barcelona. La frecuencia aumentará en junio hasta llegar a los 10 vuelos semanales desde la capital de España y a los 14 semanales desde la capital catalana. También hay 4 vuelos por semana desde Alicante, y 5 desde Málaga. ¡Con estos datos es complicado no visualizarse montada en el trineo buscando como loco a Santa Klaus!.