Hoteles de Yucatán por los que merece la pena cruzar ‘el charco’

Un hotel puede ser un universo único por el que merece la pena atravesar un charco de 8.000 kilómetros. A veces. Hoy vamos a mostraros algunos de esos lugares increíbles del Golfo de México. Aunque tiene algo de pecado porque la zona es hermosa y da oportunidad de conocer muchísimos enclaves arqueológicos inolvidables, podríais pasaros unas vacaciones enteras sin salir de estos hospedajes de muchas estrellas y gran confort.

MAYAKOBÁ. ANDAZ

Comenzamos por Cancún donde existe un complejo de lujo que engloba a varias de las principales cadenas mundiales de hostelería. ¿Su nombre?, Mayakobá. Uno de esos nombres míticos es Andaz, del grupo Hyatt, de momento el único de la marca en todo México. Su entrada es una especie de Santuario con Cenote artificial concebido por el renombrado arquitecto Ronald Zuchur, que te habla del respeto a las tradiciones que persigue la cadena.

Tradiciones que también se ven en la cocina de sus restaurantes, algunos como casa Amate con un chef mexicano de gran reputación como es Ernesto Torres. En otros espacios como ‘Cocina Milagro’ la cocina yucateca prevalece con platos como panuchos de pollo al recado blanco, ensalada de piña al axiote con camarones y vinagreta de lima o el filete de res con risoto a la flor de calabaza. En el desayuno todo está hecho del día, desde los croissants, al pan, los pasteles, pasando por los zumos naturales, todos deliciosos, por cierto.

La playa está cerca. Puede ser un buen lugar para dar comienzo al día en un ecosistema que acoge más de 200 especies de aves. El Andaz ofrece paseos por el complejo acompañados de biólogos para descubrir toda la diversidad que se esconde en esta selva milenaria. Las habitaciones son también áreas muy especiales. De las 216 existentes, 56 se ubican en el área de la playa, la zona más exclusiva tanto por su salida al mar como por su decoración. ‘En Andaz no queremos barreras’, nos dicen. La cocina, el salón, todo está comunicado. ‘Se trata de que lleguen como turistas y se vayan como locales’. Con este ambiente, es fácil.

MAYAKOBÁ. ROSEWOOD

Seguimos en Mayakobá y ahora nos paseamos por otro gran hotel de lujo de prestaciones increíbles: Rosewood. El complejo goza de 3 kilómetros de canales navegables. Por ellos accederéis a vuestras habitaciones, pequeños castillos con piscina privada, jacuzzi incorporado, patio con ducha exterior, terraza en la azotea y hasta mayordomo las 24 horas del día. ¿Cómo os quedáis?. Rosewood dispone de 128 habitaciones como éstas que os digo,2 suites presidenciales y 8 villas. Pero su mayor exclusividad está en experiencias como la que os voy a contar. 2 veces a la semana se celebra una importante cena en torno a La Ceiba. El árbol centenario, venerado por los mayas, da nombre a un restaurante en el que apenas caben 20 personas. Ni una más. En él se dan cita seres humanos de todas las partes del mundo que no se conocen pero que acaban compartiendo una velada que puede ser única. De la mano de Froilán Ramírez degustaréis un convite compuesto por 3 ensaladas, 4 platos principales y postre…Más de 10 exquisitas elaboraciones entre las que se encuentran la tradicional cochinita pibil que requiere más de 10 horas de elaboración. Delicias gastronómicas para disfrutar al cobijo de un árbol centenario, la mejor compañía que podáis imaginar, y una banda de música maravillosa que os transportará al cielo, si os dejáis.

El vino corre a raudales… Y el tequila, también, claro… Y no cualquier tequila. Don Julio es de los que más prestigio y fama alcanza entre los mismos mexicanos. No hace falta ser experta para comprender nada más probarlo que se trata de un licor excepcional…Una vez, me dice uno de los camareros, estuvieron 13 americanos de Nueva York que se bebieron 11 botellas. No hay nada más que decir. Tampoco quiero ni pensar cómo amanecieron al día siguiente.

Rosewood es un hotel destino que ofrece todo tipo de actividades, sobre todo cuando el tiempo no acompaña. Organizan clases de cócteles, degustación de ceviches, elaboración de platos típicos, …y paseos por los canales para quién disfrute de la naturaleza. Son muy sorprendentes porque en apenas unos metros se pueden divisar muchísimas clases de animales. En nuestro camino se cruzan tortugas, garzas de pico de bote, chachalacas, aningas, cormoranes, iguanas, lagartos, pájaros ‘luis bien te veo’, monos aulladores, cervatillos, coatíes…Pero el paseo por el canal también da la oportunidad de echar un vistazo, aunque sea de lejos, a las fabulosas suites presidenciales. Algunas de ellas se venden a particulares, 6 ya han sido adquiridas por mexicanos, y entonces pasan a ser mansiones con propietario que disfrutan de los servicios del Rosewood. ¡Todo un lujo!

Estas son dos muy buenas opciones si vuestro destino es Cancún, Playa del Carmen…Si preferís Tulum hay también una muy buena recomendación que os sorprenderá.

AZULIK

Azulik es un eco-hotel que persigue la conexión del cliente con la naturaleza. Para ello su construcción es diferente a la que hayáis podido ver hasta ahora. Los pasillos, o caminos, como queráis, están ideados con madera y discurren por todo el complejo. Las habitaciones no tienen duchas, sino tinas, bañeras, porque de eso se trata, de tomarse tiempo incluso para asearse. Hay que dejar el estrés en la puerta y olvidarse de los problemas. El tiempo aquí discurre de otra manera.

Y para desprenderse de los malos espíritus, lo primero es hacerse una limpia de copal. El spa de ‘Azulik’, palabra que significa ‘lugar donde siempre hay viento’ ofrece una experiencia importante, muy maya, que merece la pena que probéis, hablo del Temescal. Se trata de las saunas purificadoras que practicaban los pueblos prehispánicos antes de todas las ceremonias sagradas. Eran obligatorios, por ejemplo, cada vez que algún siervo quería acercarse a su rey. Dicen que cuando Hernán Cortés pretendió hablar con Moctezuma, fue frenado en seco ya que llevaba varias semanas sin asearse y olía a rayos.

El Temescal puede ser el punto de partida para una grata experiencia que puede continuar con un masaje con bambú y lodo en medio de la naturaleza. Si preferís que sea dentro de una cabina, no habrá ningún problema, pero aquellos que busquen una comunión más profunda con el entorno tienen aquí una buena oportunidad. Otra se les presentará con las clases de yoga, el biomagnetismo o la meditación que se imparten a diario. 

Recordad que el hotel no se ilumina con luz artificial. 1400 velas se distribuyen por todo el espacio, un trabajo nada desdeñable para las 2 o 3 personas (dependiendo de la estación del año) que comienzan a las 5 de la tarde a iluminar a mano la cera. El ambiente que se consigue es inigualable. Me lo creo. Tiene que dar una intimidad difícil de conseguir con otros ambientes. Azulik es conocido desde fuera por una estructura muy curiosa en la que se puede cenar.

Es el llamado Nido, una mesa con capacidad para 12 personas, suspendida en el aire. Se eleva sobre la selva y a la vez se asoma a ella. Si probáis sus manjares, atención también al Chef Jonathan Navarrete. Tiene 23 años, iba para futbolista, pero algo en su camino se torció…Ahora es un cocinero que promete y dicen los entendidos que dentro de poco será toda una figura gastronómica.

No abandonéis Azulik sin recorrer la tienda. No lo parece, pero es un gran espacio lleno de arquitectura singular y de marcas mexicanas sin igual. Me ha salido un pareado, pero en serio que descubriréis increíbles diseñadores patrios que os enamorarán. Si vuestra tarjeta de crédito está agotada, quedaros con el fabuloso ambiente que se respira en los diferentes espacios. Mirar también produce mucho placer.

PUERTA CAMPECHE

Los hoteles de los que os he hablado hasta ahora son todos de moderna construcción. Pero no me gustaría acabar el artículo sin hablaros de un alojamiento con mucha historia que además os da la oportunidad de visitar una ciudad preciosa, no tan conocida como debiera. La villa es Campeche, de donde viene nuestro adjetivo, ‘campechano’ y el hotel ‘Hacienda Puerta de Campeche’ perteneciente a la cadena ‘The Luxury Collection’. Ricky Martin es solo uno de los famosos que se ha alojado en casi todos los establecimientos de esta marca, la mayoría Haciendas centenarias rehabilitadas. Puerta de Campeche fue una garita en la que descansaban los soldados que hacían guardia en la Puerta de Tierra que se sitúa justo en frente. Después la compró Guerrero, un español que se situó en la Península de Yucatán buscando fortuna. Y después se convirtió en aduana y más tarde en fonda.

De esa época datan los increíbles relatos de obreros siendo visitados por los ‘aluxes’, duendes que según los mayas hacen pequeñas travesuras a los humanos. No vamos a situar exactamente la habitación en la que dicen las malas lenguas que habitan, pero allí están, cerca de la piscina, y ¡hasta ahí puedo leer!. Puerta Campeche es un bonito lugar de descanso con habitaciones regias. La única diferente es la número 1, la del patrón.

Es diferente pero ninguna de las otras habitaciones del pasillo de entrada , le tiene nada que envidiar. De hecho cada una de ellas ocupa lo que hasta hace unos años era una casa en la que vivía una familia entera. En medio del patio se ha construido una piscina para disfrutar del agua mecidos en una hamaca. ¡Vamos que no falta de nada!.

WAMOS

Para visitar cualquiera de los hoteles recomendamos merece la pena entrar por Cancún. Será el aeropuerto más cómodo desde Madrid. Recordad que Wamos Air tiene vuelos directos todas las semanas a precios muy razonables. Visitad su web y os convenceréis.

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