Unas buenas vacaciones exigen siempre una buena tanda de regalos surtidos para las amigas más intimas y los familiares más próximos…Amén de unos cuantas adquisiciones con las que presumir en el trabajo y en la pandilla…Hoy os propongo una ruta por una fantástica ciudad irlandesa, la segunda del país, que tiene mucho que ofrecer: la Catedral de San Finbarre, El Castillo de Blackrock, el colorido pueblo de Kinsale y, por supuesto, un buen paseo por las tiendas de Saint Patrick Street y Grand Parade, las dos calles más comerciales de la ciudad…Aquí van algunas ideas para que al volver no os falte nada en la maleta…
El símbolo del país esmeralda es el trébol de San Patrick. Lo encontraréis por doquier: en pendientes, colgantes, anillos, llaveros y hasta estampados en camisetas…El ‘Shamrock’, en gaélico ‘planta joven de tres hojas’, era para los celtas una especie mágica y por eso el Santo Patrono la utilizó para explicar a los infieles el significado de La Trinidad. Hoy el trebol está tan extendido que no necesitaréis decir dónde habéis pasado vuestras vacaciones si os paseáis o salís con uno de ellos
Siguiendo la estela de San Patricio… también encontraréis multitud de cruces celtas. En realidad son cruces cristianas bordeadas por un círculo en la parte superior. Cuando el Santo decidió cristianizar el territorio, partió de las piedras en torno a las que los vikingos hacían sus ceremonias sagradas para introducir los nuevos símbolos. El resultado es una combinación de dibujos que ahora se ven en cadenas para colgar o cuadros para las casas ya que se consideran que otorgan protección al hogar, sobre todo si tienen un triángulo en la parte superior.
Las Cruces llamadas de Santa Brígida de Kildare, patrona de Eyre, son el otro colgante que nos falta por comprar. Protegen hogares y se hacen con juncos y pajas. Antiguamente algunas parturientas se colgaban una cruz de cada poste de la cama cuando llegaba el momento de dar a luz buscando la protección de esta religiosa nacida en cuna noble.
Las mantas de Avoca tienen fama mundial por su calidad. Son tejidos 100% naturales elaborados en un molino de 1723 situado en el valle del mismo nombre. Encontraréis covertores, bufandas, gorros y hasta jerséis elaborados con lana virgen, mohair, cashmere o angora de primera calidad y confeccionados en colores vivos. Lo bueno no suele ser barato y la lana de Avoca tampoco lo es, pero si queréis una prenda que os proteja del frío y que os dure para toda la vida, aquí la encontraréis…
También protegen del frío del crudo invierno irlandés los sweter de Aran, un archipiélago de 3 islas situadas en el Atlántico frente a los famosos acantilados de Moher. Eran los que utilizaban habitualmente los pescadores. Cada familia tejía su punto característico y si había una desgracia en el mar, al localizar el cuerpo se sabía automáticamente a qué casa pertenecía el marinero. Aran es un archipiélago que apenas tiene 3.000 habitantes. Sólo se habla gaélico y dicen los que allí han estado que es un lugar en el que todavía se vive como antaño…O eso intentan sus vecinos porque poco a poco el turismo se está convirtiendo en su fuente principal de ingresos.
Recordad que la lana tradicional de Irlanda es la que producen unas ovejas que tienen la parte de los ojos con grandes manchas negras. En las tiendas de souvenirs las encontraréis en todo tipo de versiones: bolis, tazas, llaveros, peluches…Sabed que la autóctona es la de los manchones oscuros…En esas mismas tiendas os toparéis con un anillo muy curioso: el ‘claddagh ring’.
Dice la leyenda que un irlandés de Galway emigró a las Indias Orientales con la esperanza de casarse con su amada al regresar. Su barco fue apresado y acabó como esclavo de un orfebre musulmán en Argelia…Aprendió el oficio y cuando años más tarde fue puesto en libertad volvió a su país a buscar a su amor a pesar de que el árabe le ofrecía una fortuna por quedarse. La creencia popular asegura que él fue quién diseñó esta joya que se compone de dos manos rodeando un corazón y una corona. Es la expresión del amor verdadero o de la amistad eterna…’Que reine la amistad y el amor’ reza el lema, aunque pensamos que ha cogido más fuerza lo segundo ya que es frecuente regalarlo entre las parejas de novios. Si la corona mira al corazón de quién lo lleva es porque está ocupado, pero si la posición es la contraria todavía hay posibilidades.
Si buscáis buenos licores tenéis que traeros un Jameson (facturado en la maleta, claro)…La fabrica se ubica cerca de Cork y se puede visitar…El tour por las instalaciones ofrece la posibilidad de familiarizarse con la fabricación del Whiskey irlandés y su triple destilación. Veréis el proceso de malteado, la rueda de molino que mueve el agua y los primeros camiones en los que se repartía por todo el país…El circuito explica el proceso de extracción de un licor que los irlandeses llaman ‘el agua de la vida’.
Una vez que probéis el Whiskey, ya sólo os faltará una bebida más para vuestro auténtico bautizo irlandés…Hablo del café del mismo nombre, que como todo en este país de brujas y duendes tiene su leyenda. Dicen que lo inventó el camarero del aeropuerto de Shannon, el único que en la década de los 40 tenía vuelos transoceánicos. Hay quién sospecha que fue debido a la demanda de los pasajeros que llegaban del otro lado del Atlántico al encontrarse con el intenso frío del país. Pero otros dicen que su nacimiento se produjo de forma casual porque le piloto de un avión necesitaba algo tibio que le hiciera entrar en calor sin que los pasajeros le vieran directamente beber alcohol…El caso es que el café irlandés hay que probarle cuando el viento sopla y el frío se mete en los huesos. Solo así se entiende la necesidad del cuerpo de una bebida que te caliente el alma con solo un suspiro…
Por si acaso os gusta y os animáis a hacerlo en casa, aquí va la receta: echáis en un vaso agua caliente, 2 cucharadas de azúcar moreno, 2 medidas de whiskey y café. Después añadís crema, pero dejáis que caiga al recipiente con la cucharilla dada la vuelta, es decir la parte ondulada, hacia fuera. Ese es el secreto para que la crema, que pesa más, no se vaya al fondo. Al acercarlo a los labios esa fina capa blanca permitirá que el licor se deslice por la boca y la garganta con más suavidad.
Todo esto y mucho más aporta Cork al mundo…También en este condado, por cierto, se produce el viagra. Café Irlandés, whiskey, viagra…todas cosas que como véis, chicas, levantan mucho el ánimo…
CÓMO LLEGAR: Ahora es más fácil que nunca con la nueva ruta que acaba de inaugurar Iberia Express: Madrid-Cork con dos frecuencias semanales, miércoles y sábados, por lo menos hasta el mes de septiembre…Ir de compras a la segunda ciudad de Irlanda es posible…Sólo hace falta tener ganas porque los billetes se encuentran desde 49 euros por trayecto adquiriendo ida y vuelta. ¡No sé a qué estáis esperando!