Fue un barrio industrial lleno de fábricas, humo y paredes grises…Hoy es la zona de moda de Zurich, el lugar por el que irremediablemente hay que pasar para estar al día de las tiendas más ‘trendy’ o los restaurantes más ‘in’…Züri-West es un oasis dentro de una ciudad que huele a dinero y sabe a chocolate. 
El viaducto es la construcción en torno a la cual se vertebra el cambio. Donde antes había arcos oscurecidos por la mugre, ahora vemos tiendas de diseñadores jóvenes o muebles reciclados. Creaciones originales que nos convierten en exclusivos compradores ya que suele haber 1 o 2 unidades máximo de cada producto. Algunos de esos diseños seguro que se inspiran en la Escuela Superior de Arte que se encuentra en el barrio. Los ‘aprendices’de artistas desfilan por las calles del Züri-West con carpetas bajo el brazo unos y en bicicleta otros…Es la nueva generación que llega con fuerza y pisando fuerte… 
Si el día acompaña, el punto de reunión puede ser la pradera de Josefwiese, un pequeño parque frente a los arcos en el que podréis ver a gente jugando al tenis o la petanca; También se dan distendidas reuniones de amigos en las que se comparte la comida…Lo importante es disfrutar del ambiente bohemio y de camaradería que se contagia cuando sale el sol. 
El cambio de mentalidad se ve claramente en los distintos espacios ubicados en esta antigua zona industrial. Se ve en el jardín de Frau Gerold, un espacio ‘hippie’ en el que reunirse para charlar y disfrutar de la música. Pequeñas gradas hechas con material reciclado y mesas y sillas improvisadas confieren a este espacio un ambiente ‘campestre’ dentro de la misma ciudad…Al lado la espectacular Torre Prime con sus tonos verdes y azules desafiando al cielo y la otra torre del lugar…la Torre Freitag, una construcción arquitectónicamente muy novedosa en el que merece la pena pasar algún tiempo… 
Es la propuesta de Spillmann Eischle Arkitecten para la tienda de bolsas Freitag hechas, como ya sabéis, con lonas de camiones. La idea surge en 2006 cuando se reutilizaron 17 contenedores traídos de Hamburgo para hacer una torreta visible desde cualquier parte del Züri-West. Con el tiempo los artistas han ido añadiendo graffitis que confieren a los container un aspecto más urbano. La marca responde en gran medida a las ideas de comodidad y utilidad que sobre el diseño reinan en el país helvético. La marca fue creada por dos hermanos suizos a los que se les mojaban los papeles cuando iban en bicicleta, así que decidieron construirse ellos mismos una bolsa que protegiera sus documentos de la lluvia. Así de simple… Hoy tienen más de 350 puntos de venta en todo el mundo. 
Aunque el espacio más fascinante es la nave de los astilleros. Los miles de metros cuadrados en los que se ponían en pie barcos, acogen ahora un teatro, una sala de conciertos y un increíble restaurante con lámparas de cristal de murano que no puede ser más refinado. Incluso sentarse en el hall para observar el trajín de gente yendo y viniendo sirve para darse cuenta de todo el abanico sociológico de Zurich: ejecutivos, políticos, banqueros, hippies, estudiantes, artistas… todos se han dejado seducir por un barrio industrial hasta hace una década, que ahora se ha convertido en el centro de la modernidad. El solo bien merece un fin de semana de escapada.